Erika Ender es de esas personas que nacieron con el don de la palabra y una vez más desnudó su corazón para dejar claro cuál ha sido su propósito en la vida, pues antes de ser la premiada y reconocida cantautora, es una mujer, un ser humano que no llegó al mundo a vender su cuerpo, sino a tocar almas y dar lo mejor de sí misma para su país y para los demás.
La panameña es de esas personas que "apuesta a lo que vale", mientras que el mundo se deja llevar por las superficialidades. Es consciente de que hay personas que entienden el verdadero valor de los seres humanos, por encima del costo de las cosas. Eso de que el dinero lo compra todo, parece que no va con ella. "Porque mientras otros se comunican con vulgaridades y falta de clase, hay un lenguaje que puede ser llevado con buen gusto y estilo... Porque las cosas bien hechas son las que prevalecen", aseguró.
Quiere servir de motivación
Ender se esfuerza por ser su mejor versión en todo lo que hace, no solo por ella misma sino por quien pueda estar mirando sus esfuerzos o logros y puedan servirle de motivación, así lo confesó en Instagram.
"Soy un ser humano, como cualquier otro, pero con la intención y la acción que me impulsan a ser mejor, a levantarme de las caídas y sacudir el polvo y volverme a parar más fuerte, aún con algún raspón. A defender y trabajar por los míos... A honrar con mis acciones mi bandera y mi país... A hacer lo mejor que esté a mi alcance por hacer de este un mejor planeta", aseguró.
Antes que artista es gente
Ender no es de esas estrellas que utilizan el morbo y los escándalos para conseguir fama. "Yo no vendo el cuerpo, yo toco el alma. Yo no hago escándalos para ser famosa, yo vine a hacer música que toque vidas. Yo no vengo a juzgar mi entorno, yo vengo a sembrar cosas buenas, a apostar por las nuevas generaciones, a cumplir mi misión de vida como ser humano; porque antes de ser artista, soy gente. Porque la artista expresa lo que es la gente y trabaja por un mundo diferente", añadió.
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Además dejó claro que su meta en este plano no ha sido ser famosa o millonaria. Sui meta es dejar una huella positiva con su música y su vida. "Mi meta es aprender del universo y compartir mis experiencias y seguir aprendiendo... Mi meta es volar con alas propias y admirar y aplaudir a otros vuelen en su propio cielo", concluyó.
Erika es idealista, de esos que borran la palabra 'imposible'. 'Porque somos aquellos a los que nos mueve el amor, la vocación y creemos en los milagros', destacó.